martes, 14 de noviembre de 2023

Arcanos mayores en el Evangelio de Juan


 

Juan el evangelista adopta toda la idea egipcia del Verbo y de la iniciación, tal como se ve en el Cuarto Evangelio, donde cada capítulo corresponde con las enseñanzas de cada uno de los arcanos mayores del Tarot de Hermes-Thot.

El capítulo uno del cuarto evangelio, al hablar de la Unidad del Hijo con el Padre y de los «comienzos» de la misión de Jesús, con el arcano uno.
El capítulo dos, al hablar de la «Casa de Dios» como lugar de oración y de la mediación de María, con el arcano dos.
El capítulo tres, sobre el segundo nacimiento del agua y del Espíritu, con el arcano tres.
El capítulo cuatro, al hablar de la adoración del Padre en espíritu y en verdad, con el arcano cuatro.
El quinto, al hablar de que el Hijo tiene capacidad de juzgar, con el arcano cinco.
El capítulo sexto habla de que muchos discípulos se retiran de la compañía y de la fe en Jesús, y se corresponde con el arcano seis, la indecisión.
El capítulo séptimo, donde Jesús dice que busca la gloria de quien lo ha enviado, se corresponde con el arcano siete, el triunfo.
El capítulo octavo, donde Jesús habla de permanecer en su palabra, se corresponde con el arcano ocho, la paciencia.
En el capítulo nueve, un ciego defiende con fe y a solas a Jesús frente las injurias fariseas y recibe el don de ver, y hay correspondencia perfecta con el arcano nueve.
El capítulo diez, que revela a Jesús como el que da la vida voluntariamente y la vuelve a tomar, con el arcano diez.
El capítulo once, con el arcano once, el poder de la oración y el amor. Aquí Dios concede a Jesús agradecido lo que pide, el poder de resucitar a Lázaro (cuyo trance más parece «despertar» después de un proceso iniciático, como apunta Antonio Enrique).
El capítulo doce, se corresponde con el arcano doce, el apostolado: «si el grano de trigo, caído en tierra, no muere, queda solo; pero, si muere, produce mucho fruto.»
El capítulo trece, donde Jesús parece –lavando los pies a sus discípulos– un simple servidor, despojado de todo poder divino, y da el mandamiento del amor, con el arcano trece, la inmortalidad.
 

El capítulo catorce, con el arcano catorce, la templanza: "no se inquiete vuestro corazón», «la paz que os doy Yo no es como la que da el mundo».
El capítulo quince, con la pasión, arcano quince, pues alude a los perseguidores de los discípulos y, por otra parte, «Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador».
El arcano dieciséis, la torre fulminada, se percibe en el espíritu abatido de los discípulos de Jesús, que será reconfortado en la verdad y la alegría, como dice el capítulo dieciséis.
El capítulo diecisiete, donde el Hijo se encomienda a sí mismo al Padre y, con alcance universal, a los discípulos al Padre, se corresponde con el arcano de la Esperanza, el diecisiete.
El capítulo dieciocho, con el arcano del crepúsculo, el dieciocho, con los traidores y los que se excusan o niegan conocer a Jesús: Judas, Anás, Caifás, Pilatos, Pedro apóstol.
El capítulo diecinueve, con el arcano diecinueve, la alianza: Jesús crucificado confía a la madre María Magdalena al discípulo predilecto, su hijo Juan Marcos. Antonio Enrique advierte en este punto la decisiva aportación esclarecedora del teólogo Rafael Hereza.
El capítulo veinte, donde primero María Magdalena–en intimidad con Jesús–, y luego Pedro y el discípulo amado ven el sepulcro vacío, con el arcano veinte, la resurrección.
 
 
El capítulo veintiuno se corresponde con los arcanos veintiuno, la trasmutación, cuando Pedro afirma tres veces amar a Jesús, y con el arcano veintidós, el retorno, cuando los discípulos unidos comen con Jesús pan y pescado.
 
 
 

viernes, 7 de julio de 2023

Mondongs, creencias australianas

 

De todos los minerales que hemos arrancado de la tierra ninguno ha sido tan reverenciado más tiempo y más universalmente que el ocre rojo, considerado sagrado desde los Andes hasta la India central. Fue el primer símbolo material de las culturas humanas, utilizado para saltar del mundo físico al metafísico.

En la antigua Australia, el ocre rojo era el centro de todos los rituales religiosos aborígenes. Se mezclaba molido con agua, zumo de orquídea, orina y sangre y se utilizaba para pintar imágenes sagradas en refugios de roca, se aplicaba a los escudos antes de la batalla y a los bumeranes antes de cazar, a los jóvenes al entrar en la edad adulta, a los cadáveres de los difuntos.

El ocre conecta a los aborígenes con su era mitológica de la creación, “el Tiempo del Sueño”, cuando el continente conocido como Australia era una extensión amorfa y prístina.

En el Tiempo del Sueño, la tierra estaba poblada por los Ancestros, animales enormes y poderosos que se movían por el paisaje siguiendo rutas marcadas y crearon todas las colinas, los ríos, las rocas y los árboles. Se decía que el ocre rojo era la sangre de los Ancestros; y que donde hubiera un depósito de ocre había muerto uno de ellos. Extraer ocre de la tierra, frotarlo con un objeto, pintar con él en la pared o aplicárselo en la piel era captar la esencia de los Ancestros.

 

Will Hunt, escritor, fotógrafo y profesor en Nueva York, viajó a la Australia occidental, a una mina antiquísima de arcilla bermeja y hierro en las colinas de Weld Range.

Varios antropólogos australianos le explicaron a Will Hunt que buena parte de las 250 tribus australianas se habían visto gravemente diezmadas hacia 1950, y que muchas costumbres sagradas como los rituales de extracción de ocre habían desaparecido y las minas habían caído en el abandono y el olvido.

Todas menos la de Wilgie Mia llamada Thuwarri Thaa (el lugar del ocre rojo). Regentada por un anciano líder de los Wajarri, llamado Colin Hamlett.

La empresa Sinosteel Midwest había obtenido un permiso para construir una mina en una zona del Weld Range. El líder de los Wajarri se pasó años impidiendo que se otorgaran los permisos, pero acabó transigiendo al reconocer beneficioso para su pueblo el acuerdo económico.
 

Este líder de los Wajarri, Colin Hamlett, invitó a Will Hunt a su campamento familiar y a la mina sagrada. Para empezar el anciano le contó que la mina de Wilgie Mia fue creada en el Tiempo del Sueño por el ancestral Marlu (‘Canguro Rojo’) cuando fue herido y su sangre iba creando colinas y al final creó la mina de ocre de Wilgie Mia.


Will Hunt describe la senda ritual del Marlu que hizo con Colin y su familia hasta la mina. Pasaron por lugares desolados e inhóspitos, y cuando los ojos de Will “se adaptaron al paisaje” pudo rastrear mejor los vestigios de muchos habitantes y visitantes del pasado.


Afirma Will Hunt : “Desde que extraemos minerales de la tierra, la minería ha sido un acto espiritual acompañado de elaborados rituales y ceremonias. (…) El acto de extraer minerales de la tierra era considerado una transgresión espiritual”


Casi todas las minas del mundo estaban protegidas o hechizadas por un espíritu de la tierra, en las ucranianas era Shubin, en Alemania los Fänkemannikins, gnomos y trolles, en Inglaterra los Knockers.

Nadie se atrevía a extraer piedras o minerales de la tierra sin entablar una negociación con esos seres. Intervenían sacerdotes y chamanes en la construcción de las minas.

Sacerdotes y chamanes supervisaban los cimientos de las ruinas, se construían santuarios y templos en la entrada y se hacían ofrendas. En la cultura mandinga de África occidental un minero se aislaba del resto de la sociedad durante varios días, ayunaba, practicaba la abstinencia sexual para purificarse antes de bajar a cavar la tierra, porque las piedras y los metales ocultos en el subsuelo son como “embriones”, “fetos”, “vástagos” de todo ese cuerpo vivo que es el cuerpo terrestre.

Si los mineros de la antigüedad vieran nuestras prácticas mineras e industriales actuales, mostrarían repulsión, señalarían nuestro sacrilegio, nuestra falta de entendimiento con los espíritus.

La noche antes de bajar a la mina, Colin y su familia relataron a Will Hunt historias sobre los mondongs de la mina: menudos, de piel oscura y desnudos habían aparecido ante algunos antropólogos que fueron a Wilgie Mia, y los estudiosos se marcharon y no volvieron nunca.
 

Al día siguiente, subieron a la colina para luego contemplar un gran agujero rojo, el rojo primordial. Cuando el sol se elevó y la luz entró en la mina, el ocre brillaba y cambiaba de color. Bermellón, violeta, rosa, la mina parecía moverse, respirar, palpitar.
 

En la empresa Sinosteel estaban ansiosos por iniciar las excavaciones. Había pasado mucho tiempo desde que se concedieron los permisos y ahora llevaban muchos años de retrasos. Sinosteel se había topado con demoras y reveses a cada paso. Se había cancelado la financiación, se habían derrumbado infraestructuras, y algunos políticos locales habían echado por tierra sus aspiraciones.
 

Al dejar atrás las colinas, Will Hunt imaginó a los mondongs avanzando por el Weld Range y haciendo todo lo posible por boicotear a los mineros que no habían acatado las leyes, que habían sido irrespetuosos con su dominio en las montañas y perdido el contacto con las viejas costumbres de la tierra. Will Hunt editó su libro Subterráneo en 2018, y con traducción de Efrén del Valle, Editorial Crítica (Planeta), Barcelona, en 2020. 

 

En las páginas finales, explica: “yo no viajé al subsuelo como peregrino. No me disponía a iniciar un viaje místico ni a recuperar conocimientos sagrados. Pero, al caminar en la oscuridad, sentí que la forma del mundo cambiaba (…) El subsuelo me ayudó a reconocer las costuras de inefabilidad del mundo (…) Me enseñó a no eludir lo sagrado sino a volverme hacia ello y mirarlo de frente.”

 

actividades económicas que ponen en peligro a los pueblos indígenas

pueblos indígenas en peligro por la economía extractiva

 

 

viernes, 3 de febrero de 2023

Los indígenas australianos

Bandera de los pueblos aborígenes de Australia


El Banco de Australia, el banco central de este país, miembro de la Commonwealth, anunció que en lugar de la imagen de Carlos III de Inglaterra, en el futuro billete de 5 dólares australianos aparecerá la imagen de un aborigen australiano, "para rendir homenaje a la cultura y la historia" de los indígenas australianos.

Esta decisión coincide con los esfuerzos más recientes de reconocer la historia del país más allá de la influencia británica. Los indígenas australianos tienen ancestros de miles y millones de años atrás.

La decisión ha sido tomada después de consultarlo con el gobierno australiano, que ha apoyado este cambio, aunque éste no será inmediato. Antes habrá años para diseñar e imprimir el nuevo billete. Por eso, se seguirá emitiendo (e incluso usándose simultáneamente cuando esté el nuevo billete) el billete actual de cinco dólares.

El Movimiento Republicano Australiano y la senadora de los Verdes, Lidia Thorpe, que forma parte de la comunidad de población aborigen del suroeste de Victoria, también se han manifestado a favor de la decisión del cambio.

Durante más de 60.000 años estos primeros habitantes habitaron Australia hasta que llegaron los ingleses, momento en el cual la población aborigen australiana constaba de unos 900.000 individuos en todo el continente.

Con la llegada de James Cook y los posteriores ocupantes británicos, considerando los miembros de la administración británica que esa era “tierra de nadie”, y considerando los colonos que la población aborigen no era propiamente humana, fue aniquilada hasta quedar en 30.000 individuos.

El proceso de colonización británica en Australia fue tan mortífero que bien podría calificarse como genocidio.

El discurso del Parque Redfern fue un discurso pronunciado en diciembre de 1992 por el entonces primer ministro Paul Keatin en el parque ubicado en Sidney. Reconoció los abusos y malas prácticas con la población aborigen y abordó la problemática de los aborígenes australianos y los isleños del estrecho de Torres.

 

https://www.publlidia-thorpe-senadora-indigena 

Australia-billetes-de-cinco-dolares 

actividades económicas que ponen en peligro a los pueblos indígenas

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