domingo, 9 de mayo de 2021

ALCE NEGRO HABLA


 "Como ya te he dicho, celebré la ceremonia del Alce en el verano en que tuve 20 años (1883). Se cuenta que en aquel otoño los wasichus <los hombres blancos> mataron el último rebaño de bisontes. Me acuerdo bien de cuando había tantísimos bisontes, que no podían contarse; pero llegaron más y más wasichus a matarlos hasta que no hubo más que montones de huesos esparcidos por ahí en los lugares en que solían pastar. No los mataron para comer; los sacrificaron por el metal ese que les hace enloquecer y sólo tomaron sus pieles para venderlas. A veces ni siquiera aprovecharon las pieles: sólo las lenguas. y he oído decir que barcas de fuego bajaron por el Misuri cargadas de lenguas secas de bisonte. Comprenderás que los hombres culpables de aquel desatino no estaban en su juicio. En ocasiones desdeñaron incluso las lenguas; mataban y mataban porque les gustaba hacerlo. Nosotros, en nuestras cacerías, sólo sacrificábamos las reses que necesitábamos. Y cuando no hubo más que montones de esqueletos, llegaron los wasichus, reunieron incluso los huesos y los vendieron."

El pueblo sioux se vio encerrado en casas grises, dispersas, y los hombres blancos trazaron alrededor una línea que los indígenas no podían traspasar. El límite natural de la nación sioux se había roto, y el centro simbólico para el árbol floreciente ya no existía. El pueblo sioux se desesperaba. Alce Negro estuvo curando a los enfermos durante 3 años y muchos venidos a él se rehicieron.

En 1886, aparecieron algunos wasichus que buscaban una partida de indígenas oglalas para un espectáculo que organizaba otro "pakusha", esta vez era William F. Cody, Buffalo Bill.

Alce Negro pensó que  debía ir para descubrir una llave mediante la cual ayudar a su pueblo. Por el camino de hierro se fue con los blancos y pasó ciudades cada vez más grandes: Omaha, Chicago, Nueva York (Madison Square Garden), y aún llegó a cruzar el Atlántico hasta Londres, Earl's Court, donde el espectáculo "el Salvaje Oeste" transcurrió del 9 de mayo al 31 de octubre de 1887.

Alce Negro con otro hombre de espectáculos semejantes fue incluso a Alemania.

Al pueblo sioux, ya hambriento antes de la partida de Alce Negro, le impusieron otro tratado para arrebatarle casi la mitad de la tierra que le quedaba.

En 1882, el secretario de Interior de Estados Unidos condenó la práctica de religiones indias y le ordenó al comisario de Asuntos Indios que pusiera fin a la Danza del Sol y otras ceremonias religiosas públicas; y que prohibiera las donaciones tras la muerte de un familiar, y que reprimiera las actividades de los chamanes, y que declarara ilegal la poligamia.

El pueblo sioux estaba despojado, hambriento, enfermo. Cuando Alce Negro vuelve a su tierra, de nuevo se pone a curar. Entonces, hay noticias de cierta esperanza, de que vendría un salvador espiritual para los indígenas. Había una alegría espiritual en los sioux, experiencias místicas compartidas y auténticas, y creían volver a la antigua religión.

Una cosmovisión semejante a la del gran jefe Seattle, quien dirigió al presidente de los Estados Unidos una carta famosa:

"¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esta idea es extraña para mi pueblo. Si hasta ahora no somos dueños de la frescura del aire o del resplandor del agua, ¿cómo nos lo pueden ustedes comprar?

"Nosotros decidiremos en nuestro tiempo. Cada parte de esta tierra es sagrada para mi gente. Cada brillante espina de pino, cada orilla arenosa, cada rincón del oscuro bosque, cada claro y zumbador insecto, es sagrado en la memoria y experiencia de mi gente.

"Nosotros sabemos que el hombre blanco no entiende nuestras costumbres. Para él, una porción de tierra es lo mismo que otra, porque él es un extraño que viene en la noche y toma de la tierra lo que necesita.

"La tierra no es su hermana, sino su enemigo, y cuando él la ha conquistado sigue adelante. Él deja las tumbas de sus padres atrás, y no le importa. Así, las tumbas de sus padres y los derechos de nacimiento de sus hijos son olvidados. Su apetito devorará la tierra y dejará detrás un desierto. La vista de sus ciudades duele a los ojos del hombre piel roja."

"Una cosa sabemos nosotros y el hombre blanco puede un día descubrirla: Nuestro Dios es el mismo Dios. Usted puede pensar ahora que usted es dueño de él, así como usted desea hacerse dueño de nuestra tierra. Pero usted no puede. Él es el Dios del hombre y su compasión es igual para el hombre blanco que para el piel roja. Esta tierra es preciosa para él, y hacerle daño a la tierra es amontonar desprecio a su Creador."


El mismo Alce Negro tiene una experiencia mística, y al volver de ella se la canta a su pueblo cuatro veces "y a la cuarta toda la gente rompió a llorar porque los wasichus nos habían arrebatado nuestro bello mundo."

Este movimiento preocupaba a la autoridad de Estados Unidos, y en noviembre de 1890 el agente Royer del gobierno reunió un consejo de jefes indios para que detuvieran la Danza de los Espíritus. Vanamente, porque el agente Royer recomendó más tarde detener a 66 líderes del movimiento de la Danza de los Espíritus de la reserva de Pine Ridge, entre los que se incluía Alce Negro y Trueno Bueno.

Después llegaría la masacre de Wounded Knee.Fuera del libro que tratamos, recordamos otras matanzas del gobierno y de los ejércitos de Estados Unidos: la matanza de Sand Creek de 1864 donde la caballería arrasó a un campamento de cheyennes y arapahoes, donde sobre todo había mujeres, niños. Todo ocurrió bajo el mando de un paranoico coronel, que hasta el gobierno tuvo que juzgarlo y condenarlo. Este hecho dio origen a una novela y a su adaptación cinematográfica: Soldado azul.

La otra masacre, entre otras muchas, es la que precede a la creación del cementerio de Cheesman Park en Denver (Colorado). El periodista David Felipe Arranz investiga y da con que primero hubo un tratado entre los indígenas y el gobierno (1861), pero el gobierno rompió el tratado y los indios no podían moverse por sus tierras, no podían cazar y se empezaron a morir de hambre. En 1864 ocurrió la masacre de los Arapahoe en Hungate, y los indios fueron mal enterrados en Cheesman Park, mediando en ello un especulador llamado Larimar. El periodista D. F. Arranz descubre los testimonios de fenómenos paranormales en dicho cementerio y los pone en conexión con los filmes de la serie Poltergeist.

Pero volvamos al libro en cuestión. Alce Negro llegó a conocer a un poeta, escritor y periodista, un chico que había convivido con los indios Sioux, y poeta con una vena espiritual y panteísta. El escritor, John G. Neihardt, escribió estas memorias y, a la vez, "la biblia de todas las tribus", con el título ALCE NEGRO HABLA. HISTORIA DE UN SIOUX, que ahora tenemos en España gracias a la traducción de Héctor Arnau y a la editorial Capitán Swing Libros, Madrid, 2018.

El libro incluye las anotaciones de Raymond J.De Mallie, cuya aportación crítica sirve para discernir los párrafos que añadió John Neihardt a las narraciones de Alce Negro. Sin embargo, esto no impide captar la esencia del mensaje de Alce Negro.

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