lunes, 15 de octubre de 2018

MUSEO DE JAÉN


El edificio donde se encuentra el Museo Provincial de Jaén se halla dividido en dos grandes zonas: Bellas Artes y Arqueología.

La planta alta, dedicada a las Bellas Artes, ofrece un recorrido por la escultura y la pintura desde el siglo XIV hasta el siglo XX, y muestra obras de importantes pintores de la provincia de Jaén.

La planta baja alberga
una de las mayores y más importantes colecciones de arte ibérico en España. Contiene ajuares funerarios, piezas importadas del Mediterráneo oriental y conjuntos escultóricos de yacimientos.

El museo conserva vestigios paleolíticos de La Calera en La Carolina; neolíticos de la cueva de El Plato; cerámica, objetos de metal y cuchillos de sílex de la necrópolis calcolítica de Marroquíes Altos; y piezas de metal, piedra y cerámica del poblado argárico de Peñalosa, en Baños de la Encina.

Los ajuares funerarios de cerámica de la necrópolis de las Eras del Ejido de San Sebastián, La Guardia y Castellones de Ceal; las piezas de importación del Mediterráneo oriental; los conjuntos escultóricos de Cerrillo Blanco y El Pajarillo; y los exvotos representan la cultura ibérica.

En cuanto al mundo romano, es necesario resaltar los mosaicos de Bruñel, de Marroquíes Altos y de Santisteban; las estelas funerarias y esculturas; y la gran variedad de cerámica del alfar de Los Villares, con cerámica común y “terra sigillata hispanica”. También destaca el sarcófago paleocristiano de mármol procedente de Martos.

La cultura visigoda está representada por elementos arquitectónicos, un sarcófago procedente de Arjonilla y joyas de la necrópolis de Cerro Salido.

De época hispano musulmana se conservan capiteles de distintas tipologías, cerámica, tesoros de oro y plata y el tesoro de Charilla.

Ídolo antropomorfo de Marroquíes Altos


Por sus características y por los restos arqueológicos que se hallaron junto a él, podría fecharse hacia finales de la Edad del Cobre o inicios del Bronce Argárico. Figurilla formada por dos piezas de marfil que se insertan en el centro mediante una espiga. Representa una figura masculina de pie.

Quesada (Corral de Quinnones, Sierra de Cazorla).

Ajuar funerario Bronce pleno Argárico. Copa de vástago y peana baja y circular.

Cabeza de lobo, de El Pajarillo (Huelma)

“El Pajarillo”, considerado santuario heroico, es de los principales conjuntos ibéricos de Jaén. Está formado por una serie de esculturas en piedra. Esta pieza muestra a un lobo en actitud amenazante.




Héroe, de El Pajarillo (Huelma)

Escultura de un varón armado con falcata y preparado para el combate. La cinta que lleva sobre el pecho denota una alta posición social.





Ejido San Sebastián. La Guardia

Hierro pleno, ibérico. Urna de forma más bien alargada, decoración de dos colores con cuatro series de franjas de barniz rojo bajo una capa de engobe de tonalidad amarillenta.




Castellar. Cueva La Lobera

Hierro pleno, ibérico. Espada falcata de hierro, con empuñadura muy deteriorada, La falcata es la más conocida arma ibérica, es un sable corto, realizada mediante tres láminas, de las cuales la central era la más ancha y las laterales más delgadas; la hoja central forma parte de la empuñadura , lo que da como resultado una sola pieza.



Piquía. Cámara funeraria del príncipe íbero de Arjona

Las representaciones icónicas de las pruebas que tuvo que superar el héroe Heracles. En una de las jarras, aparece un banquete de soltero. En otra la figura de una mujer en su baño nupcial, y del cielo Eros le vierte agua perfumada, y aparece Afrodita, que porta el espejo. Junto a ella otro personaje mítico se cuela en esta escena femenina, un sátiro que mira a la joven.

Crátera griega de campana

Gran vasija de la época de la Edad del Hierro Pleno. Está acampanada y forma parte de la serie de figuras rojas. Posee dos representaciones acompañadas de decoración vegetal. La primera escena es una lucha entre animales mitológicos y seres de un solo ojo. La otra, de menor movimiento, muestra a tres jóvenes con el manto griego.




Conjunto alfarero de los Villares de Andújar

Cuenco. Pasta color ocre carne. Decoración en una sola zona, dividida en seis metopas por una guirnalda vertical.




Andújar (Los Villares)

Vaso en forma de cáliz, puede tratarse de un pebetero.



 Cama de freno de caballo (Santa Elena, Iglesias Viejas, Sierra Morena)

Pieza de arnés con representación de caballo. Pieza calada de bronce con figura de caballo, con una pata delantera levantada y aspecto arrogante.



Griphomaquia, de Cerrillo Blanco (Porcuna)

Grupo escultórico en bulto redondo, tallado en un solo bloque y que representa una escena de lucha. Lo componen una figura humana y un animal mitológico, un grifo, enfrentados cuerpo a cuerpo.




Toro en actitud de reposo (también en Porcuna), sentado sobre sus cuatro patas y la cabeza recogida. La decoración geométrica es abundante.

Guerrero de la doble armadura (Cerrillo Blanco, Porcuna).

Escultura de bulto redondo que representa a un guerrero. Es la única del grupo que conserva el rostro. La cabeza, con ojos rasgados de grandes pupilas, cubierta por un casco de superficie lisa.



Jinete alanceando (Cerrillo Blanco, Porcuna)

Grupo escultórico exento con tres personajes que reflejan el momento final de una lucha. El jinete, en pie, porta un escudo circular en su mano izquierda y una lanza en su derecha. El enemigo caído, en el suelo, porta un escudo en una mano. El caballo, frenado junto al jinete, va enjaezado con un cabezal de rosetas.




Ofrenda de cabras (Cerrillo Blanco, Porcuna)

Grupo escultórico formado por un oferente vestido con ropa talar y una pareja de cabras tallados en su espalda. Se conoce como Piedra de Santiago (de Calatrava).




Urna de Castellones de Ceal (Hinojares) Hierro pleno. Ibérico

Urna funeraria en forma de orza con tapadera (cortada de la misma pieza) con dos asas en la parte superior.




Gran crátera de Castellones de Ceal. Acampanada con dos asas, decorada con escenas sobre fondo negro. Las escenas y motivos decorativos son de color rojo, blanco y amarillento. En la cara A se muestra una escena de lucha entre dos grupos de animales mitológicos. La cara B muestra una escena de menos movimiento, son tres jóvenes enfrentados dos a uno.




Ibérico Hierro final (Villacarrillo, Mogón, Los Castellones)

Un personaje quizá divino, en pie, vestido con túnica corta ceñida con cinturón levanta los brazos para tocar las mandíbulas inferiores de dos caballos. Han desaparecido muchos detalles, como las cabezas de los animales y el cuello del personaje.




 

Exvoto Iberorromano

Figura masculina esculpida, donde sólo se aprecian los dos brazos flexionados con las diminutas manos de palmas abiertas apoyadas a la altura de la cintura.


 León mordiendo cabeza humana

Escultura exenta. Cabeza de león con cabeza humana entre las garras. El retrato de esta cabeza humana es sólo una representación esquemática. Se conserva solo la parte delantera del grupo.




Estela romana (Peal de Becerro, cortijo Timoteo, Sierra de Cazorla)

Estela funeraria de piedra caliza, culminada en forma semicircular, rematada con dos pequeñas volutas. La zona superior está decorada con un relieve que representa algunos de los útiles de una peluquera.




Friso de roleos acantiformes de Peal de Becerro que presenta en la parte superior una gola recta y que conserva parte del cáliz central de donde salen los acantos.

Estela. Chilluévar. Los Almansas. Sierra de Cazorla

Estela funeraria de piedra caliza blanca, de forma rectangular y zona superior semicircular, rota por abajo.



Ánfora. Alto imperio romano

Ánfora de cuello alto y estrecho. Las asas no son paralelas al cuello.



Estatua. Alto imperio romano

Escultura de mármol blanco. Influencia helenística. Cabeza y cuerpo han sido trabajados por separado (orificio para encajar la cabeza). Mantiene un brazo adelantado en actitud de arenga. Procede el depósito de Aguas de la Magdalena.



También de mismo depósito, la cabeza de sátiro del alto imperio romano , realizado en piedra caliza. El peinado se resuelve en mechones partidos en el centro, distribuyéndose a ambos lados de la cabeza.

Romana (Marroquíes Altos)

Esta escultura representa una figura femenina sobre pedestal tallada en mármol. El cuerpo de la figura se conserva bien, aunque han desaparecido los brazos. El cuerpo femenino está recubierto con una túnica larga, la cual deja al descubierto el pecho derecho y marca las curvas femeninas.




Sarcófago paleocristiano

Martos, Molino del Rey

Sarcófago de mármol blanco, columnado, con siete nichos, conserva también la tapa, aunque mutilada en toda su longitud queda solo un tercio de su altura.

Está decorado con escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. Muestra en la tapa la escena de los hebreos en el horno de Babilonia y una de la vida de Jonás. En la caja se muestran las escenas de la vida de Cristo en los nichos. 




Califal (Torredelcampo, Cerro Miguelico)

Vasija de arcilla en pasta rosada y vidriada


 Dirham Califal

Dirham califal que contiene, en el anverso, leyenda central con la "Profesión de fé unitaria" y orla con la ceca de Madinat al-Zahra y la fecha de acuñación. En el reverso, leyenda central con el nombre del califa reinante, precedido por el título de Imám (Guía) y seguido de Amir al-Mu´minin ( príncipe de los creyentes). Pertenece a la época de Abd-Al-Rahman III.




Collar Califal. Alcalá la Real

Collar formado por trece cuentas de diferentes colores y forma oval 



 
Almohade

Cántaro de cuerpo globular, base plana y cuello cilíndrico de tendencia acampanada. Contiene decoración "a la almagra" de "mano de fátima" con tres dedos alrededor del galbo. 


 
Nazarí

Capitel en mármol con dos cuerpos bien diferenciados; uno inferior cilíndrico que presenta unas estilizadas hojas, el superior tiene forma de cubo. 





MUSEO IBERO

La idea se gestó en 1998 y la expuso el entonces presidente de la Diputación de Jaén, Felipe López, que además apuntaba la antigua prisión como lugar ideal. La Consejería de Cultura anunció abrir el espacio en junio de 2017 con una gran exposición temporal.


La exposición actual tiene por título "El príncipe, la dama, el héroe, la diosa". Se estructura en cinco grandes vitrinas. En la primera aparece el lujoso ajuar, las cráteras griegas de la cámara funeraria del príncipe íbero Iltirtiiltir de Urgavo, hallada en Piquía (Arjona).

Como las cráteras contienen escenas heroicas, míticas y sacras (fiesta antes de la boda de Heracles, baño de Helena ante Afrodita antes de la boda, ascenso de Heracles a categoría semidivina), la exposición quiere mostrar la civilización de los íberos a través de los cuatro personajes de las cráteras de Piquía.

Algunas de las piezas expuestas han salido de la sección arqueológica del Museo de Jaén, desde las mismas cráteras de la necrópolis de Piquía (Arjona).

En la primera vitrina se introducen piezas del Museo Arqueológico de Sevilla; las piezas en cuestión son de ajuares funerarios de las Necrópolis de Atalayuelas (Fuerte del Rey, Jaén); Cerro Boyero (Valenzuela, Córdoba); La Carada (Espeluy, Jaén); Los Chorrillos (Mengíbar, Jaén); Ategua (Córdoba).

En la vitrina de la Dama, predominan las piezas arqueológicas sacadas del Museo de Jaén (procedentes de Torres, Porcuna, Puente del Obispo, Peal de Becerro, etc.), entre piezas de la Fundación Rodríguez Acosta de Granada, del Museo Arqueológico de Sevilla y del Museo de Málaga.

En la vitrina del Héroe se exhibe la Griphomaquia de Cerrillo Blanco (Porcuna, Jaén) y el Santuario del Cerro del Pajarillo (Huelma, Jaén). Para ello se han sacado piezas del Museo de Jaén.

En la vitrina de la Diosa, se exhiben piezas notables del Museo de Jaén: estela de la Diosa de la Puerta del Sol (Puente Tablas), inscripción de la Diosa Betatun (Atalayuelas), Diosa de los carneros (Porcuna), etc., así como piezas del Museo de Linares y del Museo Arqueológico de Sevilla (pero de yacimientos de la provincia de Jaén, como Cerro Maquiz, Mengíbar; Cástulo; Cueva Lobera; Turruñuelos de Jaén; Collados de santa Elena; Giribaile; Cortijo del Älamo).

En la vitrina del "epílogo" se trata del ajuar funerario de la necrópolis de Castellones de Ceal (Jaén).

En medio de los dos pisos deshabitadas y espacios vastos y vacíos, hay otra exposición temporal, fotográfica, sobre los Dólmenes de Antequera, y otra sobre "La pieza arqueológica tras el objetivo fotográfico", que interesa por mostrar detalles de las piezas de arqueología de pequeño tamaño.

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martes, 11 de septiembre de 2018

BLACKWOOD de Rodrigo Cortés


Una de las razones por las que Rodrigo Cortés se interesó por este proyecto fue porque la mansión Blackwood se diseñó y se levantó en un plató. Casi toda la película transcurre en una residencia para chicas difíciles y perdidas, para la cual se diseñó y construyó cada habitación, cada pasillo, el salón de baile, el gran vestíbulo, cada puerta, cada suelo. Sólo un par de localizaciones son naturales, el resto ha sido levantado por el equipo artístico.

La película Blackwood cuenta, dentro de su elegante estilo, con la sugestiva presencia de Uma Thurman haciendo de Madame Duret, un personaje misterioso, sofisticado, amante del arte, comprensiva, al menos en principio, con las jóvenes que ha elegido. Cinco adolescentes problemáticas, interpretadas por Anna Sophia Robb, Isabelle Fuhrman, Rosie Day, Taylor Russell y Victoria Moroles, se ven acogidas en un programa de enseñanza en el internado Blackwood.

El director Rodrigo Cortés ha querido plasmar una alegoría sobre la fase dolorosa e inexorable del crecimiento y del autoconocimiento, en la edad tensa y difícil en la que todo resulta dramático, en la que se vive sin ser del todo niña ni del todo mujer, en la que les toca decidir quiénes van a ser en el futuro.

Para ello ha trabajado con eficacia, estrecha y cordialmente con las actrices para llegar con ellas a lugares comprometidos, llenos de humanidad, para sacar de ellas tanto sus certezas como sus seguridades, y ha creado una amenaza creciente, tan indefinible como tangible mediante el sonido, la música, el perturbador sentido óptico, visual, fotográfico que altera espacios y tiempos para difuminar la frontera entre realidad y sueño

Al director le atrajo el tema del precio de la creación y el desgaste del talento. Los artistas, músicos, pintores, poetas, tienen algo por lo que pueden traer cosas del otro lado. Por aquí se alcanza al tema central del film. Las chicas han sido elegidas, sin saberlo y sin quererlo, como mediadoras o mediums con artistas que murieron jóvenes y que dejaron sin acabar su obra. La facilidad del personaje interpretado por Anna Sophia Robb para comunicarse con el más allá le viene dada por cierto trauma relacionado con la muerte de su padre.

Cuando el personaje de Anna Sophia Robb se empieza a dar cuenta de que ella y las otras chicas sólo están repitiendo, como unas autómatas convulsas y poseídas, las obras de los artistas del pasado, se desvanece el halo romántico que tiene el ambiente escolar y paisajístico al principio para dar paso a las verdaderas intenciones de la profesora Duret, convencida de sus delirantes, pero inhumanos proyectos artísticos donde no existe ni inspiración ni imaginación creadoras, sólo réplicas. El colegio no debería ser eso, sino el verdadero catalizador de los talentos artísticos que realmente tienen en su alma, no valerse de esas almas para repetir sin sentido.

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miércoles, 20 de junio de 2018

MUSEO ARQUEOLÓGICO DE GRANADA (II)

SALA III. LA EDAD DE BRONCE. EL ARGAR

En 12 vitrinas se exponían las manifestaciones de la cultura de El Argar (2.100-1575 a. C.), que se circunscribe a las provincias de Jaén, Granada, Almería y parte de Murcia y Alicante, y le viene el nombre de uno de los primeros yacimientos almerienses que fueron investigados en el curso bajo del río Almanzora. En Granada las manifestaciones de El Argar se datan un siglo y medio más tarde que en el foco de Almería.

De los asentamientos nuevos en la parte oriental de la Vega de Granada (El Castillejo y Cerro de la Encina, en Monachil; Cerro de san Cristóbal, Ogíjares; Cuesta de los Chinos, Gabia), situados entre los bosques de Sierra Nevada y la meseta de las Albuñuelas y las tierras feraces de la Vega, con una agricultura de regadío, vid y olivo, el poblado más grande y complejo es el de Cerro de la Encina, Monachil. En lo más alto de este se construyó un bastión, que entre otras evidencias nos habla de una clase dirigente que organizaba y distribuía los alimentos a escala comarcal.

En dos vitrinas del Museo Arqueológico de Granada se exponían objetos del Cerro de la Encina, de sepulturas halladas bajo el piso de las viviendas.

Dos vitrinas se utilizaban para el asentamiento argárico de El Castellón Alto (Galera). Útiles de industria textil: fusayola para hilar, carrete, pesa de telar.

Espacio expositivo con mazos de minero (Terrera del Reloj, Dehesas de Guadix) y molde de piedra para realizar hachas de bronce (Cuesta del Negro, Purullena).

Vitrina cinco, con un repertorio de los tipos definidos de la cerámica argárica granadina.

Vitrina seis. Se considera el retraso del megalitismo granadino en adoptar la cultura argárica, con enterramientos dentro del poblado.

Sin embargo, se hallan numerosas necrópolis de cistas sin relación con un poblado determinado: Alhama de Granada, Alhendín, Armilla, Granada, Huétor-Vega, Güéjar-Sierra, Puerto Lope, Íllora, Deifontes, Zujaira, Tocón, Villanueva de Mesía, Loja, fenómeno prolongado hacia el oeste (Málaga) y por el norte (Jaén).

En la sala III se observaban dibujos de los tipos de sepulturas (cista, fosa, pithos) y de las reutilizaciones de los sepulcros megalíticos, evidenciadas en la necrópolis de Arenas del Rey, cuyos materiales se exponen.

Dos ejemplos en la sala:

Enterramiento infantil en urna. Fuente Amarga (Galera).

Pithos de la fase argárica del Cerro de la Virgen de Orce, donde se hallan las sepulturas monumentales construidas con piedra y postes de madera.

En dos vitrinas se explicaba la jerarquía social, evidente por las diferencias del ajuar funerario. Se puede hablar de que había clases sociales diferentes, territorios centralizados en poblados, liderazgos estables y hereditarios, y formas de dependencia personal.

Ejemplo de ajuar rico es el de la sepultura 31, de una pareja, de la Cuesta del Negro (Purullena), que contenía 1 olla simple, 1 olla bicónica, 1 copa, 1 base de copa, 1 puñal de cuatro remaches, 1 pulsera de plata, 6 aretes de plata, 1 cuenta de collar, 1 arete de oro, 1 colgante en colmillo de jabalí.

Copa de la Cuesta del Negro. Purullena. Argárico

Una vitrina para el Bronce tardío y final (1575-600 a. C.), cuando desparece la cultura argárica.

En esta época se abandonan establecimientos de suministro mineral (Sierra de Baza; El Castillejo, Monachil); nuevos poblados (Cerro del Real de Galera) sustituyen en liderazgo a otros (Cerro de la Virgen de Orce); poblados secundarios son abandonados o continúan. Las viviendas son ahora de planta oval y más grandes que las argáricas.

Hay signos evidentes del empleo del auténtico bronce (aleción de cobre y estaño), de intensificación agrícola, ganadera, económica.

El metal parece provenir de un intercambio con el Sureste y tal vez con una ruta atlántica. Los artefactos hallados se relacionan con los hallados en el mundo atlántico, Centroeuropa, Bajo Guadalquivir, Meseta central española. Se dan los primeros ejemplares procedentes de asentamientos fenicios en la costa (dolmen Sabina 49 del río de Gor).

En la Cuesta del Negro (Purullena), en Monachil, Carmona y Marchena, cerámicas con decoración excisa o de punto y raya que proceden de Las Cogotas I (Ávila).

De Cerro de la Encina, Monachil.Bronce final (Cogotas)

Hay un nuevo tipo de hábitat disperso: cabañas de planta circular en el casco urbano de Granada. Otros se mantienen en posiciones defensivas y encastilladas (como el casco urbano de Guadix; Cerro de los Infantes, Pinos Puente). Por último hay nuevos emplazamientos amurallados (La Alcazaba, Loja; oppidum Iliberri, alto Albaicín, Granada, 675-650 a. C.).

Espada de "lengua de carpa". Cerro de la Miel. Moraleda de Zafayona (1000-950 a. C.)

Parte de un ajuar funerario con 23 pulseras de bronce. Sepulcro Domingo I. Necrópolis de Fonelas (hay enterramientos y pulseras semejantes en la Cueva del Cortijo del Canal, Albolote).

Ídolo de hueso procedente de Fonelas. Calcolítico

Fuente decorada con incrustaciones metálicas, sobre soporte de cerámica. Cerro de los Infantes (Pinos Puente). Soporte similar a los soportes de bronce fenicios.

Hacia el Bronce final el mundo funerario resulta más desconocido. Los enterramientos son desconocidos salvo por la reutilización de dólmenes antiguos en Gor y en Fonelas. Los rituales mortuorios, bien por exposición de los cadáveres a las aves (propio de guerreros celtíberos), bien por incineración, no han dejado registro arqueológico.

Ídolo de pizarra de Gorafe. Calcolítico

SALA IV. FENICIOS, GRIEGOS, ETRUSCOS, EGIPCIOS.

El periodo de la colonización fenicia (750-218 a. C.) puede englobar las aportaciones orientales de Fenicia, Grecia, Etruria y Egipto.

Desde Fenicia las colonias fueron Kitión (Chipre), Cartago (Túnez, 814 a. C.), Motya (Sicilia), Sulcis y Tharros (Cerdeña), Ebusus (Ibiza), Hesperia, Gadir (Cádiz, 800 a. C.), Salobreña, Ex ó Sex (Almuñécar, 710 a. C.). El objetivo eran los metales del centro indígena de Huelva y las minas de Sierra Morena.

Se conocen unos 35 yacimientos arqueológicos fenicios por las costas granadinas y andaluzas y otros yacimientos como necrópolis o lugares de culto como el Peñón de Salobreña (entonces, una isla), donde existió un santuario de una divinidad marina (siglos IV-III a. C.).

En Almuñécar (llamada Eks, Ex o Sex) no se conoce bien el propio asentamiento, habitualmente en un sitio elevado (el peñón del castillo de san Miguel o el área de la Cueva de los Siete Palacios).

Los fenicios comerciaban en los siglos VIII y VII a. C. con aceite ático transportado en ánforas y con vino en ánforas fenicias y vasijas griegas.

Las ánforas alcanzan a todos los poblados indígenas: Cerro de la Mora (Moraleda de Zafayona), Ilurco (Cerro de los Infantes, Pinos Puente), Iliberri (Granada), Mesa de Fornes, etc. Pero estas ánforas pronto serán imitadas por los establecimientos indígenas (Cerro del Centinela en Domingo Pérez, Cerro de la Mora en Moraleda de Zafayona, Cerro de los Infantes en Pinos Puente).

A los vinos importados acomparon las cerámicas finas fenicias de la Vega de Granada (siglo VII) y de Guadix, Baza, Huéscar, entre los que destacan las de barniz rojo. Junto a ellas llegaron otras piezas de carácter oriental: estatuilla de Astarté de la necrópolis de Galera (Museo Arqueológico, Madrid) en alabastro (s. VII-VI a. c.), seguramente de una familia aristocrática de Tútugi, Galera; placa de hueso, con el disco solar alado, de la necrópolis de Cortijo Colorao, del oppidum Las Angosturas (Gor) (S. VI a. C.).


De la necrópolis Cortijo Colorao, Gor

Se evidencia el comercio griego directo y la radiación etrusca en las ánforas etruscas y cerámica del buchero en enclaves fenicios (Cádiz, Almuñécar, desembocadura del río Guadalhorce en Málaga); en los bronces del jarro para libaciones (Cerro del Cántaro, Benalúa de las Villas), “olpe” (jarrito) con asas de ánade y brasero con asas de manos (necrópolis del Mirador de Rolando, Granada).


Del Mirador de Rolando. Granada

Cerámicas griegas: Kylix o copa de Cástulo; figurilla femenina oferente encontrada en Atarfe; “skyphos” o copas de barniz negro en el Cerro de los Infantes (Pinos Puente) (entre S. V-IV a. C.) y en necrópolis de Cerro Cepero (Baza); “kylix” de figuras rojas del Mirador de Rolando (Granada) y cerámicas tanto de barniz negro como de figuras rojas (375-350 a. C.) en un depósito de la calle Zacatín (Granada); bronces del siglo IV a. C., como los cascos griegos o la coraza griega de la cueva subacuática del Jarro (Almuñécar, Punta de la Mona).




Kylix procedente de Baza

A fines del siglo VI a. C. creció la industria de fabricación de púrpura y de salazones de pescado (y toda actividad asociada: sal, pesca, cerámica, embarcaciones) y desde las colonias fenicias occidentales se transportaban mercancías al interior de la Península Ibérica y a sitios distantes (Galicia, Península Itálica, islas mediterráneas, Grecia).

Los barcos que iban a Oriente volvían cargados de tejidos y perfumes. De ahí el hallazgo de ungüentarios (aryballos) de vidrio coloreado, como el de la necrópolis del Cortijo Colorao (Gor, poblado de las Angostura, s. VI-V a. C.), o el de la tumba nº20 de la necrópolis de Tútugi, con la Dama de Galera.

Presencia egipcia. En el Museo Arqueológico de Granada se expone la mayor cantidad de vasos egipcios (son 22) hallados fuera de Egipto, ya que en las mismas sepulturas se hallan vasos de cerámica, lucernas, objetos de ajuar (brazaletes de bronce, anillos, estuches portaamuletos, cáscaras de huevo de avestruz con motivos geométricos). El vaso con la cartela de Apofis I (siglos XVII-XVI a. C. ) hallado en Almuñécar es también egipcio.

La necrópolis fenicia Laurita de Almuñécar (710-620 a. C.) tiene 20 tumbas con urnas de alabastro con las cenizas del difunto y con elementos de ajuar.


Anillo de plata. Necrópolis Laurita. Almuñécar

Las urnas eran propias de la élite social de Oriente (Tiro, Samaria, Assur, Egipto). Los cartuchos inscritos en las urnas de alabastro de la necrópolis de Laurita pertenecen a faraones de la dinastía XXII correspondiente al periodo libio (945-715 a. C.) con los faraones Osorkon II, Takelot II y Seshonq III. Los alabastrotes en sus inscripciones hacen referencia a lugares comunes de la religión egipcia. Si vemos la inscripción jeroglífica en un alabastro de la tumba nº1 de la necrópolis Laurita (hacia 825 a. C.), dice:

“Hedyjeperre Setepenre, dios y gobernador de Tebas, Tacelotis Meryamon Saisis. He llegado de mi país extranjero, he pasado a través de los países y he oído hablar de tu ser, tú, del estado primordial de los dos países, que ha engendrado lo existente. En ti brillan tus dos ojos. Tu palabra es el hálito de la vida, que hace respirar a las gargantas. Ahora estoy en el horizonte, inundado por la alegría de los oasis Barhija y El Charge como un acompañante. En mí hay una fuente de salud y de vida, y Mehen se ha sentado sobre su orilla.”

La urna cineraria de alabastro de la tumba nº15 de la necrópolis Laurita tiene una inscripción que dice: “…Tu corazón se embriagará para hacer lo que place constantemente a tu corazón. Embriágate hasta la eternidad. Sé feliz estando sobrio. Lo que ella ama constantemente es la embriaguez. Trenza una corona y colócala sobre tu cabeza después que ella se haya untado con incienso. Actúa constantemente de acuerdo con tu corazón. Protege en Bubastis el Ka de Osorcón…”

No lejos de la Laurita, la necrópolis de Puente Noy (Cerro de la Cruz, Almuñécar) (segunda mitad de S. VII a. C. hasta época romana) da muestras de ritos de incineración de la época fenicia antigua; posteriormente, de inhumación. Las excavaciones descubrieron más de 150 tumbas con ajuares muy variados: ánforas, pesas de telar, jarros, platos, lucernas, ungüentarios, anillos, escarabeos (escarabeo en cornalina roja que representa a Horus Arpocrate), amuletos que representan a Horus, Ptah, Tueris, Bes, Thot, Nefertum, Hathor, collares (como el collar mágico con 25 de estos amuletos realizados en hueso o fayenza), etc.


De la necrópolis Puente Noy. Almuñécar

Una tercera necrópolis fue hallada en el siglo XVII en las inmediaciones de la Iglesia Mayor de Almuñécar. Es posible que haya otra necrópolis en el Cerro Velilla.

Otro emplazamiento fenicio fue el de las salazones de El Majuelo (Almuñécar), desde el siglo V a. C.

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miércoles, 2 de mayo de 2018

MUSEO ARQUEOLÓGICO DE GRANADA

El Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, situado en la elegante y renacentista Casa de Castril, permanece cerrado desde hace ocho años. Como suele ocurrir, la negligencia, la mala voluntad y la falta de acuerdo entre las instituciones del Estado español, de la Comunidad autónoma y del propio Ayuntamiento han provocado la paralización de la actividad museística y expositiva de esta notable colección.

Los fondos se ordenaban cronológicamente en siete salas. En las salas I, II, III, situadas en la planta baja, se exponían los objetos pertenecientes al Paleolítico, Neolítico y edades de Cobre y Bronce, respectivamente.

SALA I. EL PALEOLÍTICO

Podemos deducir que el hombre paleolítico convivió en las comarcas granadinas con rinocerontes, elefantes, ciervos de gran talla, etc., cuyas mandíbulas o fragmentos de mandíbula se exponían.

En las vitrinas podía contemplarse:

Un magnífico bifaz, de tipo achelense, de 300.000 años de antigüedad, de la excavación del yacimiento de la Solana de Zamborino en Fonelas.

Útiles sobre lasca, de yacimientos de las terrazas del río Genil.

Un canto tallado bifacial, de 600. 000 años de antigüedad, de tipo achelense del yacimiento de Cúllar de Baza. Tiene restos de haber despedazado un ciervo gigante.

Un fragmento de frontal de un niño Neanderthal (paleolítico medio) de unos seis años, de la cueva de la Carigüela de Píñar, de 75.000 años de antigüedad.

Materiales de yacimientos granadinos musterienses:

De yacimientos al aire libre sobre las terrazas del Genil o sus afluentes (Pandera Pino en Tiena, Cerro de los Infantes de Pinos Puente, Cortijo de Villasol en Villanueva de Mesía, Cueva Colomera I y Cueva del Gamberro)

De asentamientos en cueva en la parte norte de sierra Arana (cueva de la Carigüela en Píñar, cueva Horá, cueva del Puntal en Darro) o al aire libre (Loma del Rubio, Cerrillo de Orea o Fuente de la Zarza)

Dos hojas auriñacienses procedentes de Cueva Horá.


Vitrina 1. Restos óseos de animales que habitaron en la actual provincia de Granada: hipopótamo, rinoceronte, toro salvaje (uro), ciervo gigante, macaco, mastodonte, mamut.

Vitrina 2. La base de la investigación paleolítica:
Herramientas de rocas duras (sílex especialmente).
Paleolítico inferior, "homo erectus", talla bifacial.
Paleolítico medio, "homo sapiens neandhertalensis", talla levallois.
Paleolítico superior, "homo sapiens sapiens", talla de hojas.

Vitrina 3. Cómo se usaban las herramientas.

Vitrinas restantes. Procesos medioambientales y tecnológicos según los tres periodos.

Paleolítico inferior. La Solana del Zamborino. Cúllar-Baza I.
Paleolítico medio. Cueva de la Carigüela de Píñar. Pervivencia del neandherthal al sur del Ebro varios miles de años después de que se hubiese extinguido en el resto de Europa.
Paleolítico superior. Cueva de los Ojos de Cozvíjar. Yacimiento del Pantano de Cubillas (puntas escotadas, periodo solutrense, 18.000-15.000 años de antes de Cristo)

Procedente de Solana del Zamborino


SALA II. NEOLÍTICO Y EDAD DE COBRE (CALCOLÍTICO)

El Neolítico granadino comienza aproximadamente en el sexto milenio antes de Cristo. Los yacimientos neolíticos en cueva se pueden agrupar por unidades geomorfológicas que vienen a coincidir con las serranías del sistema subbético, es decir, territorios de caza y pastoreo de diversas tribus. En la Cueva del Coquino (Loja) se observa la abundancia de conejos y liebres salvajes. En la de la Carigüela (Píñar), predominan ovejas y cabras.

Los cambios de este periodo son evidentes en los materiales de las comunidades granadinas expuestos en las 5 primeras vitrinas de la sala; vestigios de la actividad agrícola como la siega, el trabajo de la piel, el comercio. Las cerámicas neolíticas indican cultivo de roza en la Vega de Granada y la turbera de El Padul.

Las primeras cerámicas neolíticas granadinas tenían decoración, tenían asas, como los ejemplares expuestos de la Cueva de la Carigüela o la Cueva de la Mujer (Alhama).

En el panel de fondo de la primera vitrina se representa la estratigrafía de la Cueva de la Carigüela de Píñar, que permite observar los cambios de técnicas decorativas.

Por medio de estas indicaciones podemos situar en el tiempo los materiales de otros yacimientos que también se encuentran expuestos en las 2ª, 3ª, 4ª vitrinas: Cuevas del Capitán (Lobres), Sima de los Intentos (Gualchos), Cuevas de las Campanas (Píñar), Cuevas de la Mujer y del Agua (Alhama) y Cueva del Agua (Pradonegro). De ésta se conservan punzones de hueso sobre las falanges de las extremidades de ovejas y cabras.

De la Cueva del Agua de Pradonegro.. Neolítico
  En las Cuevas de las Ventanas (Píñar) y del Agua de Pradonegro (Iznalloz) se hallaron objetos de adorno personal: una pulsera de pizarra, un brazalete de caliza, cuatro colgantes de concha, un collar.

En la tercera vitrina se expone un pequeño molino de mano para machacar el ocre que después se diluía y se aplicaba sobre los vasos. Era la técnica del "baño de almagra" que se daba entonces a los vasos.

En la tercera vitrina se ve una fotografía de un enterramiento de inhumación individual en fosa de la Cueva de la Mujer de Alhama.

En la quinta vitrina se exponen algunos de los objetos encontrados en el sensacional descubrimiento de la Cueva de los Murciélagos de Albuñol. El guano de murciélago formó sobre los enterramientos neolíticos una capa protectora que conservó los vestidos, sandalias y cestos de esparto que llevaban los cadáveres. Las técnicas de urdimbre y trenzado de las sandalias de esparto resultan idénticas a las mantenidas por tradición hasta la actualidad. Además se hallaron allí cerámicas, punzones, hachas, hojas de sílex y objetos de madera.

La diadema de oro de uno de los cadáveres hallados en la Cueva de los Murciélagos se sitúa en el Neolítico final.

En el Neolítico medio, en la Vega de Granada, en el "Soto de Roma", en el área pantanosa hallada en la confluencia de los ríos Cubillas, Velillos y Genil, hay evidencias de asentamientos al aire libre.

En el Neolítico final algunos asentamientos en cueva desarrollaron un poblado al aire libre en las mismas puertas de entrada a la cavidad.

Los materiales expuestos, como el peculiar collar de cuentas de la Molaina (Pinos Puente) y los peines y punzones de Los Castillejos de la Peña de los Gitanos (Montefrío) son de asentamientos al aire libre con fosas, silos y someras estructuras de habitación, propios del Neolítico final.

También del Neolítico final son los primeros asentamientos estables al aire libre, donde se da la agricultura que repone la fertilidad de la tierra, en Sierra Martilla (Loja), El Manzanil (Loja), Cerro de san Cristóbal (Ogíjares), Los Baños (La Malá), Cerro de los Molinos (Padul). Incluso cambia el ritual de enterramiento y aparecen las estructuras megalíticas, como en los sitios nombrados Sierra Martilla, Peña de los Gitanos, Dílar (que parece relacionado con San Cristóbal de Ogíjares).

De la Cueva Carada. Calcolítico

Los ajuares de un enterramiento colectivo (150 cadáveres) de Cueva Carada (Huéscar) ocupan una vitrina completa de la sala II.

 
De El Malagón, Cúllar Baza, Calcolítico


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lunes, 30 de abril de 2018

ARQUEOLOGÍA DE GRANADA

ARQUEOLOGÍA DE LOS MONDRAGONES

La protección y conservación de los bienes arqueológicos es uno de los principios de nuestra vida social y económica de acuerdo con lo que establece la Constitución Española o el Estatuto de Autonomía para Andalucía.


La Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español entiende por expoliación toda acción que ponga en peligro de pérdida los valores de los bienes que integran el Patrimonio Histórico Español. Por ello es necesario que se investiguen las causas de la destrucción de los restos arqueológicos de los Mondragones.

En enero de 2013, se iniciaron en Granada obras para la construcción de un aparcamiento público, un gimnasio y un Mercadona en el conocido acuartelamiento "Los Mondragones". La obra financiada con fondos europeos FEDER obligaba a cumplir los plazos de construcción y finalización de la obra, y por tanto, no admitía retrasos, a riesgo de perder la financiación.

Iniciadas las obras, la llamada de un ciudadano alerta de la posible existencia de restos arqueológicos en el solar, que dio lugar a una excavación arqueológica de urgencia, paralela a la continuación de las obras con la finalidad de tener una valoración global de los hallazgos, analizar su interés en conjunto, y posteriormente, decidir sobre si se conservaría o no el territorio.

Las excavación pone al descubierto una importantísima "villa" de época romana, habitada de forma ininterrumpida desde el siglo I d.C al VII d.C., y dedicada a la explotación de aceite. En el yacimiento, de más de 5000 metros cuadrados, se encuentra la vivienda con sus dependencias y con algunos suelos de mosaicos, una necrópolis, un gran molino de aceite, y un singular edificio relacionado con el culto de las primeras comunidades cristianas en la ciudad.






Junto al antiguo cauce del rio Beiro, el conjunto de los Mondragones es un asentamiento de planta muy regular y compacta. Interiormente, una calle divide en dos la finca. En la zona oriental se concentran espacios artesanales y en la occidental la mayor parte de los edificios.

Un gran molino de aceite se nos presenta como un magnífico ejemplo con su zona de prensado, depósitos para el aceite y su decantación, y el almacén para el tratamiento de la aceituna antes de obtener el aceite.

Las zonas de prensado son de piedra de Sierra Elvira y no de ladrillo, para evitar que el aceite fuera absorbido por la cerámica. Consta de cuatro prensas, no de dos, lo cual indica el elevado nivel de producción que tuvo dicha villa.

En el extremo norte excavamos parte de la casa del propietario. El molino y la casa quedaban separados por un espacio abierto, a modo de plaza, para evitar los ruidos y olores de la producción de aceite.

La vivienda responde al tipo de casa con peristilo, es decir, con patio central rodeado de columnas. El patio central tiene un estanque rectangular en el centro con exedras en el centro de cada uno de sus lados.

Originalmente fue diseñado como un jardín con dos zonas de cultivo diferenciadas, mantuvo la estructura de exedras, si bien en un momento más tardío, en torno al siglo IV d.C., se transformó en un estanque con fuente en el interior.

A este mismo momento pertenecen los mosaicos en las estancias principales que constituyen uno de los elementos más llamativos de la excavación. Se han documentado restos de seis mosaicos por lo menos. Los que mejor estado de conservación presentaban son los de las aulas o estancias que cerraban la casa por el oeste. Se trata de dos mosaicos con decoración geométrica y policromada. En el extremo sur, y junto al patio, se documenta una estancia con dos ábsides, interpretada como pequeño comedor.


El yacimiento muestra una dilatada ocupación, y después de la fase de crecimiento del siglo IV d.C. asistimos a un proceso de cambio muy importante. Algunas de las antiguas dependencias del molino se transforman en espacios domésticos, se dividen y reducen las estancias, se ocupan zonas anteriormente edificadas utilizando técnicas constructivas mucho más pobres y se crea un cementerio en época tardía que llega hasta el siglo VI d.C.

Junto a la fachada de entrada a la villa por el sur se concentra la mayor parte de los enterramientos. En este sector se han excavado un total de 65 tumbas, la mayor parte con inhumaciones múltiples en su interior, ya que el número provisional de individuos asciende a 1357.

Pero lo más significativo es que había una clara intención de concentrarse en este lugar por la existencia de un edificio singular, construido en el siglo VI d.C., y del que sólo se conserva su cimentación. Tiene planta rectangular y en su interior tuvo un diseño tripartito con bóveda central, ya que se han excavado los cimientos de cuatro pilares cruciformes. Las estancias laterales quedan ocupadas por enterramientos, quedando exento el centro del edificio. La funcionalidad del mismo es difícil de determinar con precisión, debido al elevado grado de destrucción y expolio, pero podría tratarse de un pequeño oratorio privado que derivó con el paso del tiempo en un lugar de culto de las primeras comunidades cristianas.


Dada la importancia e incalculable valor del descubrimiento, la Real Academia de Bellas Artes de Granada, la Universidad de Granada, y otras instituciones solicitan que TODO EL CONJUNTO sea conservado de forma íntegra, ya que hacer lo contrario, podría entenderse como un expolio.

Finalmente, la Delegación de Cultura de Granada autoriza la construcción en la superficie que ocupa parte del yacimiento, y se destruyen más de 4000 metros cuadrados del mismo. Sólo se conservan unos 800 metros cuadrados.



Nadie ha dado explicaciones. La única declaración que justifica malamente la destrucción de nuestro patrimonio en contra de las Leyes la hace un técnico de la Delegación, que afirma que, a pesar de su importancia, conservarlo todo habría supuesto hacer frente a fuertes indemnizaciones a la constructora.

¿Por qué se destruyen los restos arqueológicos de los Mondragones, en contra de los informes de la Real Academia, Universidad de Granada, y nuestro ordenamiento jurídico, que obliga a proteger aquellos bienes de singular relevancia social?

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