Son los fieles de una de las religiones más antiguas y misteriosas del mundo. Bautizan con agua sagrada a sus hijos, pero no son cristianos. Rezan cinco veces al día, pero no son musulmanes. Practican opcionalmente la circuncisión, pero no son judíos. Creen en la reencarnación, pero no son budistas. Adoran al Sol, pero no son zoroastrianos.
Forman una de las minorías religiosas que habitan el Kurdistán iraquí. Son gente hospitalaria. Se desviven por los visitantes, a los que consideran desde el principio huéspedes. Viven y dejan vivir. A lo largo de los siglos han adoptado algunos ritos de otras religiones. Su calendario se remonta 6756 años.
La mayoría de los yazidíes reside en la provincia iraquí de Nínive, aunque también están dispersos por Alemania, Armenia, Rusia y Siria. Su población actual alcanza a duras penas el medio millón de fieles en todo el mundo.
Sin embargo, su sociedad es muy jerárquica, se divide en castas y no se permiten matrimonios entre miembros de distinta casta. También mantiene la lapidación para zanjar pleitos de honor. Habitualmente son monógamos, aunque algunos jefes pueden permitirse tener más de una mujer. Se permite el divorcio. Y los muertos son enterrados con las manos cruzadas sobre el pecho en tumbas cónicas.
Según la leyenda, se consideran a sí mismos descendientes de Adán (no de Eva) y de una hurí, una de las bellísimas mujeres que acompañaban a los bienaventurados en el paraíso.
Los yazidíes siguen las enseñanzas de un profeta del siglo XII, el jeque Adi ben Moussafir. Son monoteístas, veneran a un ser supremo, Yasdan, creador del mundo, "el que merece adoración", y de un nivel tan elevado, que no se le puede adorar directamente. En lengua persa media, "yazad" puede referirse a todos los seres divinos que son adorados. En textos posteriores del persa medio y nuevo, el plural de la palabra, "yazdan", se podía utilizar para referirse a Dios (a Ahura Mazda), con lo que la palabra evolucionó de forma similar a la hebrea "Elohim".
Los yazidíes creen que de Dios emanan siete espíritus. Uno de ellos es Melek Taus, un ángel con forma de pavo real, que es el favorito de Dios. El pavo es símbolo de inmortalidad.
El malentendido amenaza la supervivencia del pueblo yazidí. La arabista Diana Darke señala que el otro nombre de Melek Taus es Shaytan, palabra que en árabe significa 'diablo' y léxicamente está emparentada con Satán.
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Pero Melek Taus no es el Satanás, ni el ángel caído de las religiones bíblicas. Era orgulloso y desobedeció a Dios, pero se arrepintió y fue perdonado. En la cosmogonía yazidí, Melek Taus es un espíritu que encarna el potencial humano tanto para el bien como para el mal. Bajó al infierno, pero sus lágrimas de remordimiento apagaron las llamas. Por eso no existe el infierno para los yazidíes. Melek Taus tampoco lucha contra Dios, sino que es su portavoz.
Los yazidíes veneran tanto la Biblia como el Corán y son tolerantes con las demás religiones. Creen en la transmigración de las almas y en la purificación constante hasta llegar a la perfección. Si renuncian a su fe, como les exige el Estado Islámico, sus almas quedarían estancadas y sin posibilidad de renacimiento. No aceptan conversiones. Sólo se es yazidí por nacimiento. Prefieren ser discretos en sus prácticas y creencias, basadas en la tradición oral, sin textos que las fijen y que puedan ser compartidos y discutidos por teólogos de otras religiones. La peregrinación anual al templo de Lalesh (a unos 20 kilómetros de Mosul) es su festividad más importante. Actualmente en sus catacumbas se han refugiado miles de yazidíes perseguidos por los islamistas. El Estado Islámico los considera herejes y ha ordenado su exterminio.
En 2014, el lider yazidí, el príncipe Taheen, ha pedido socorro a la comunidad internacional: "los ciudadanos de esta religión somos pacíficos y reconocemos los principios y valores humanitarios, respetamos todas las religiones y nunca hemos tenido enemistades con ninguna."
Vian Dakhil, el único diputado yazidí del Parlamento iraquí, resumió lo que pasaba así: "una religión entera está siendo borrada de la faz de la Tierra".
Los refugiados yazidíes, el Gobierno iraquí, la Media Luna Roja, la ONU, Unicef y otras organizaciones que operan en la zona denuncian las masacres, los secuestros sexuales, el desarraigo de decenas de miles de yazidíes.
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/08/140808_internacional_irak_quienes_son_yazidies_bd
AMNISTÍA INTERNACIONAL HA DADO LA VOZ DE ALARMA y PIDE COLABORACIÓN
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