lunes, 1 de abril de 2024

El Libro egipcio de los Muertos

 

El “Libro de los muertos” realmente no es un libro con capítulos, sino un conjunto de himnos funerarios “para salir al día”. Primero estuvieron sólo en las tumbas y cámaras funerarias de las pirámides faraónicas, luego, en los sarcófagos de faraones, nobles y altos funcionarios; al final, en papiros o lienzos de lino, incluso en los enterramientos de ciudadanos particulares.

Los textos primeros se componían de fórmulas mágicas que describían el viaje del faraón por el inframundo, alejaban los peligros del Duat, ayudaban a superar el juicio de Osiris y aseguraban un feliz más allá con la incorporación a los dioses en el Aaru o paraíso.

Se sabía que la temible serpiente Apopi y otros peligros atacaban en el submundo, de noche, la barca solar de Ra, para que éste no pudiera renacer en la mañana. Pero Shu, dios del aire, protegía a Ra y atacaba a la dañina Apopi. Shu era el fiscal de las almas y determinaba si podían vivir en el más allá. Todo dependía de la perfección moral y espiritual.

Recordamos que una versión del “Libro de los muertos” se titula ‘Capítulos para perfeccionar el Ka’. Se trata de liberarse de deseos egoístas, de malas voluntades, de pensamientos perversos. Ra e Isis ayudan al Alma para pasar en barco durante las noches terribles.

Los auténticos faraones y hombres verdaderos son, por tanto, “hijos de Ra”, “ espíritus seguidores de Horus”. El hombre verdadero tiene una anatomía oculta, psíquica, bien estructurada, libre de deseos (representados en el demonio Apopi y los demonios de Seth).

La psicología original, la más antigua, se enseñaba a la sombra de las pirámides y estuvo ligada íntimamente a los principios religiosos: Ra, Horus, Osiris, Isis, Hermes, Anubis se pueden localizar también dentro del ser humano como fuerzas particulares y luminosas de su ‘esencia’.

El objetivo era llevar a la esencia a resucitar en Osiris y al Osiris particular a resucitar en su esencia. Así, se cumple la iniciación y el Alma traslúcida puede decir: “yo soy Horus”. Isis es la fuerza psíquica que destruye el egoísmo. Quien cumple esto tiene derecho de “llevar la Serpiente en la frente y sentarse como los otros Osiris se sientan”. Estas almas selectas pueden subirse en la sala de las dos Maat para hacer la confesión negativa (el famoso capítulo 125, Papiro de Ani).

https://todosobrelemuria.blogspot.com/2014/11/los-egipcios-de-la-antiguedad-en-el-sur.html

https://todosobrelemuria.blogspot.com/2019/09/pueblos-amazigh.html

 

lunes, 12 de febrero de 2024

La astronomía de los australianos

 

Los aborígenes australianos compartían en tiempos remotos con sus parientes de la isla de Pascua la costumbre de mirar las estrellas.

La Cruz del Sur

Para la astronomía de los aborígenes australianos la constelación de la Cruz del Sur y la nebulosa Saco del Carbón representan la cabeza de un emú, pero observando más las porciones oscuras del espacio que las estrellas brillantes.

Los maoríes de Nueva Zelanda veían la Cruz del Sur como el ancla de la canoa del antepasado Tama-rereti, un navegante legendario.

Diversos pueblos en Indonesia, Malasia y Brasil consideraban que la Cruz era el cuerpo de una mantarraya oceánica gigante.

Actualmente, la Cruz del Sur aparece en las banderas de Australia, Nueva Zelanda, Brasil, Samoa, Papúa Nueva Guinea.

La constelación del Tucán es útil para conocer el "Campo profundo del Sur". Es importante por los objetos del cielo profundo, en especial la Nube Menor de Magallanes, observable sin prismáticos.

Las Nubes de Magallanes.

Entre las poblaciones nativas de Australia Occidental creen que son el campamento de una anciana pareja demasiado débil para buscar su propia comida.

Los "yaraldi" del sur de Australia consideran que ambas son grullas ("prolggi")

Los aborígenes "adnyamathanha" ven en en ellas dos hombres de ley, que subieron al cielo, y son conocidos como "vaalnapa".

La constelación de Lyra

Los aborígenes australianos "boorong" asocian a Lira con el faisán de su tierra, que vive en el suelo.

Los pueblos polinesios utilizaban la estrella Vega (constelación de Lira) en sus calendarios y la llamaban "Whetu o te Tau", que significa 'la estrella anual'.

A mitad del invierno, Matariki (Whetu o te Tau) se alza en el cielo antes del amanecer y su observación es celebrada con encantamientos en lo alto de las colinas a la hora del alba, exhibiciones, comidas y eventos numerosos. La tradición Matariki ha sido reestablecida y su regeneración coincide con el creciente interés por la astronomía maorí.

El doctor Rangi Matamua es profesor asociado en la universidad de Waikato. En este libro ha investigado y entrevistado a expertos maoríes y trata de hallar el significado tradicional de Matariki para que sea comprendido y celebrado en la sociedad actual.

 


 

martes, 14 de noviembre de 2023

Arcanos mayores en el Evangelio de Juan


 

Juan el evangelista adopta toda la idea egipcia del Verbo y de la iniciación, tal como se ve en el Cuarto Evangelio, donde cada capítulo corresponde con las enseñanzas de cada uno de los arcanos mayores del Tarot de Hermes-Thot.

El capítulo uno del cuarto evangelio, al hablar de la Unidad del Hijo con el Padre y de los «comienzos» de la misión de Jesús, con el arcano uno.
El capítulo dos, al hablar de la «Casa de Dios» como lugar de oración y de la mediación de María, con el arcano dos.
El capítulo tres, sobre el segundo nacimiento del agua y del Espíritu, con el arcano tres.
El capítulo cuatro, al hablar de la adoración del Padre en espíritu y en verdad, con el arcano cuatro.
El quinto, al hablar de que el Hijo tiene capacidad de juzgar, con el arcano cinco.
El capítulo sexto habla de que muchos discípulos se retiran de la compañía y de la fe en Jesús, y se corresponde con el arcano seis, la indecisión.
El capítulo séptimo, donde Jesús dice que busca la gloria de quien lo ha enviado, se corresponde con el arcano siete, el triunfo.
El capítulo octavo, donde Jesús habla de permanecer en su palabra, se corresponde con el arcano ocho, la paciencia.
En el capítulo nueve, un ciego defiende con fe y a solas a Jesús frente las injurias fariseas y recibe el don de ver, y hay correspondencia perfecta con el arcano nueve.
El capítulo diez, que revela a Jesús como el que da la vida voluntariamente y la vuelve a tomar, con el arcano diez.
El capítulo once, con el arcano once, el poder de la oración y el amor. Aquí Dios concede a Jesús agradecido lo que pide, el poder de resucitar a Lázaro (cuyo trance más parece «despertar» después de un proceso iniciático, como apunta Antonio Enrique).
El capítulo doce, se corresponde con el arcano doce, el apostolado: «si el grano de trigo, caído en tierra, no muere, queda solo; pero, si muere, produce mucho fruto.»
El capítulo trece, donde Jesús parece –lavando los pies a sus discípulos– un simple servidor, despojado de todo poder divino, y da el mandamiento del amor, con el arcano trece, la inmortalidad.
 

El capítulo catorce, con el arcano catorce, la templanza: "no se inquiete vuestro corazón», «la paz que os doy Yo no es como la que da el mundo».
El capítulo quince, con la pasión, arcano quince, pues alude a los perseguidores de los discípulos y, por otra parte, «Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador».
El arcano dieciséis, la torre fulminada, se percibe en el espíritu abatido de los discípulos de Jesús, que será reconfortado en la verdad y la alegría, como dice el capítulo dieciséis.
El capítulo diecisiete, donde el Hijo se encomienda a sí mismo al Padre y, con alcance universal, a los discípulos al Padre, se corresponde con el arcano de la Esperanza, el diecisiete.
El capítulo dieciocho, con el arcano del crepúsculo, el dieciocho, con los traidores y los que se excusan o niegan conocer a Jesús: Judas, Anás, Caifás, Pilatos, Pedro apóstol.
El capítulo diecinueve, con el arcano diecinueve, la alianza: Jesús crucificado confía a la madre María Magdalena al discípulo predilecto, su hijo Juan Marcos. Antonio Enrique advierte en este punto la decisiva aportación esclarecedora del teólogo Rafael Hereza.
El capítulo veinte, donde primero María Magdalena–en intimidad con Jesús–, y luego Pedro y el discípulo amado ven el sepulcro vacío, con el arcano veinte, la resurrección.
 
 
El capítulo veintiuno se corresponde con los arcanos veintiuno, la trasmutación, cuando Pedro afirma tres veces amar a Jesús, y con el arcano veintidós, el retorno, cuando los discípulos unidos comen con Jesús pan y pescado.
 
 
 

viernes, 7 de julio de 2023

Mondongs, creencias australianas

 

De todos los minerales que hemos arrancado de la tierra ninguno ha sido tan reverenciado más tiempo y más universalmente que el ocre rojo, considerado sagrado desde los Andes hasta la India central. Fue el primer símbolo material de las culturas humanas, utilizado para saltar del mundo físico al metafísico.

En la antigua Australia, el ocre rojo era el centro de todos los rituales religiosos aborígenes. Se mezclaba molido con agua, zumo de orquídea, orina y sangre y se utilizaba para pintar imágenes sagradas en refugios de roca, se aplicaba a los escudos antes de la batalla y a los bumeranes antes de cazar, a los jóvenes al entrar en la edad adulta, a los cadáveres de los difuntos.

El ocre conecta a los aborígenes con su era mitológica de la creación, “el Tiempo del Sueño”, cuando el continente conocido como Australia era una extensión amorfa y prístina.

En el Tiempo del Sueño, la tierra estaba poblada por los Ancestros, animales enormes y poderosos que se movían por el paisaje siguiendo rutas marcadas y crearon todas las colinas, los ríos, las rocas y los árboles. Se decía que el ocre rojo era la sangre de los Ancestros; y que donde hubiera un depósito de ocre había muerto uno de ellos. Extraer ocre de la tierra, frotarlo con un objeto, pintar con él en la pared o aplicárselo en la piel era captar la esencia de los Ancestros.

 

Will Hunt, escritor, fotógrafo y profesor en Nueva York, viajó a la Australia occidental, a una mina antiquísima de arcilla bermeja y hierro en las colinas de Weld Range.

Varios antropólogos australianos le explicaron a Will Hunt que buena parte de las 250 tribus australianas se habían visto gravemente diezmadas hacia 1950, y que muchas costumbres sagradas como los rituales de extracción de ocre habían desaparecido y las minas habían caído en el abandono y el olvido.

Todas menos la de Wilgie Mia llamada Thuwarri Thaa (el lugar del ocre rojo). Regentada por un anciano líder de los Wajarri, llamado Colin Hamlett.

La empresa Sinosteel Midwest había obtenido un permiso para construir una mina en una zona del Weld Range. El líder de los Wajarri se pasó años impidiendo que se otorgaran los permisos, pero acabó transigiendo al reconocer beneficioso para su pueblo el acuerdo económico.
 

Este líder de los Wajarri, Colin Hamlett, invitó a Will Hunt a su campamento familiar y a la mina sagrada. Para empezar el anciano le contó que la mina de Wilgie Mia fue creada en el Tiempo del Sueño por el ancestral Marlu (‘Canguro Rojo’) cuando fue herido y su sangre iba creando colinas y al final creó la mina de ocre de Wilgie Mia.


Will Hunt describe la senda ritual del Marlu que hizo con Colin y su familia hasta la mina. Pasaron por lugares desolados e inhóspitos, y cuando los ojos de Will “se adaptaron al paisaje” pudo rastrear mejor los vestigios de muchos habitantes y visitantes del pasado.


Afirma Will Hunt : “Desde que extraemos minerales de la tierra, la minería ha sido un acto espiritual acompañado de elaborados rituales y ceremonias. (…) El acto de extraer minerales de la tierra era considerado una transgresión espiritual”


Casi todas las minas del mundo estaban protegidas o hechizadas por un espíritu de la tierra, en las ucranianas era Shubin, en Alemania los Fänkemannikins, gnomos y trolles, en Inglaterra los Knockers.

Nadie se atrevía a extraer piedras o minerales de la tierra sin entablar una negociación con esos seres. Intervenían sacerdotes y chamanes en la construcción de las minas.

Sacerdotes y chamanes supervisaban los cimientos de las ruinas, se construían santuarios y templos en la entrada y se hacían ofrendas. En la cultura mandinga de África occidental un minero se aislaba del resto de la sociedad durante varios días, ayunaba, practicaba la abstinencia sexual para purificarse antes de bajar a cavar la tierra, porque las piedras y los metales ocultos en el subsuelo son como “embriones”, “fetos”, “vástagos” de todo ese cuerpo vivo que es el cuerpo terrestre.

Si los mineros de la antigüedad vieran nuestras prácticas mineras e industriales actuales, mostrarían repulsión, señalarían nuestro sacrilegio, nuestra falta de entendimiento con los espíritus.

La noche antes de bajar a la mina, Colin y su familia relataron a Will Hunt historias sobre los mondongs de la mina: menudos, de piel oscura y desnudos habían aparecido ante algunos antropólogos que fueron a Wilgie Mia, y los estudiosos se marcharon y no volvieron nunca.
 

Al día siguiente, subieron a la colina para luego contemplar un gran agujero rojo, el rojo primordial. Cuando el sol se elevó y la luz entró en la mina, el ocre brillaba y cambiaba de color. Bermellón, violeta, rosa, la mina parecía moverse, respirar, palpitar.
 

En la empresa Sinosteel estaban ansiosos por iniciar las excavaciones. Había pasado mucho tiempo desde que se concedieron los permisos y ahora llevaban muchos años de retrasos. Sinosteel se había topado con demoras y reveses a cada paso. Se había cancelado la financiación, se habían derrumbado infraestructuras, y algunos políticos locales habían echado por tierra sus aspiraciones.
 

Al dejar atrás las colinas, Will Hunt imaginó a los mondongs avanzando por el Weld Range y haciendo todo lo posible por boicotear a los mineros que no habían acatado las leyes, que habían sido irrespetuosos con su dominio en las montañas y perdido el contacto con las viejas costumbres de la tierra. Will Hunt editó su libro Subterráneo en 2018, y con traducción de Efrén del Valle, Editorial Crítica (Planeta), Barcelona, en 2020. 

 

En las páginas finales, explica: “yo no viajé al subsuelo como peregrino. No me disponía a iniciar un viaje místico ni a recuperar conocimientos sagrados. Pero, al caminar en la oscuridad, sentí que la forma del mundo cambiaba (…) El subsuelo me ayudó a reconocer las costuras de inefabilidad del mundo (…) Me enseñó a no eludir lo sagrado sino a volverme hacia ello y mirarlo de frente.”

 

actividades económicas que ponen en peligro a los pueblos indígenas

pueblos indígenas en peligro por la economía extractiva

 

 

viernes, 3 de febrero de 2023

Los indígenas australianos

Bandera de los pueblos aborígenes de Australia


El Banco de Australia, el banco central de este país, miembro de la Commonwealth, anunció que en lugar de la imagen de Carlos III de Inglaterra, en el futuro billete de 5 dólares australianos aparecerá la imagen de un aborigen australiano, "para rendir homenaje a la cultura y la historia" de los indígenas australianos.

Esta decisión coincide con los esfuerzos más recientes de reconocer la historia del país más allá de la influencia británica. Los indígenas australianos tienen ancestros de miles y millones de años atrás.

La decisión ha sido tomada después de consultarlo con el gobierno australiano, que ha apoyado este cambio, aunque éste no será inmediato. Antes habrá años para diseñar e imprimir el nuevo billete. Por eso, se seguirá emitiendo (e incluso usándose simultáneamente cuando esté el nuevo billete) el billete actual de cinco dólares.

El Movimiento Republicano Australiano y la senadora de los Verdes, Lidia Thorpe, que forma parte de la comunidad de población aborigen del suroeste de Victoria, también se han manifestado a favor de la decisión del cambio.

Durante más de 60.000 años estos primeros habitantes habitaron Australia hasta que llegaron los ingleses, momento en el cual la población aborigen australiana constaba de unos 900.000 individuos en todo el continente.

Con la llegada de James Cook y los posteriores ocupantes británicos, considerando los miembros de la administración británica que esa era “tierra de nadie”, y considerando los colonos que la población aborigen no era propiamente humana, fue aniquilada hasta quedar en 30.000 individuos.

El proceso de colonización británica en Australia fue tan mortífero que bien podría calificarse como genocidio.

El discurso del Parque Redfern fue un discurso pronunciado en diciembre de 1992 por el entonces primer ministro Paul Keatin en el parque ubicado en Sidney. Reconoció los abusos y malas prácticas con la población aborigen y abordó la problemática de los aborígenes australianos y los isleños del estrecho de Torres.

 

https://www.publlidia-thorpe-senadora-indigena 

Australia-billetes-de-cinco-dolares 

actividades económicas que ponen en peligro a los pueblos indígenas

pueblos indígenas en peligro por la economía extractiva

 

jueves, 10 de febrero de 2022

SOÑAREMOS CON LA GRAN MÚSICA

Darío Méndez Salcedo, Soñaremos con la Gran Música, Editorial Niña Loba, 2020




No es literatura menor este nuevo libro del joven autor que reseñamos, pues las tres narraciones que reúne tienen al menos un tema en común, un tema muy actual, a saber, el de aquellas personas que tienen un plan o un ideal de perfección y que, de forma individual o en grupos, colisionan con la vida y las expectativas e ideales que tienen las personas de vida aparentemente normal que no pretenden las maravillas de las personas del primer grupo.

Lo hemos visto en España con las entidades bancarias que desde sus entelequias empresariales menosprecian a las personas mayores y quitan oficinas de los pequeños pueblos de Castilla, Aragón, Granada, Andalucía y les reducen el horario de atención personal y personalizada hasta las 11 y las dejan inermes o dependientes de sus hijos más jóvenes ante los cajeros automáticos y las aplicaciones móviles.

Volviendo al libro de Darío Méndez, en el primer relato, dos personajes, Sai y Mara, repartidoras de Amazonia, la mayor distribuidora del mundo, se enamoran. SAI es de conducta intachable en la empresa, es consciente del poder oligárquico mundial que gobierna las vidas humanas, se basa en el profundo libro de Marion Depistele, pensadora belga, El mundo con nombre de río, 2020:

“Éramos hormigas insignificantes bajo las firmes botas de los grandes números; bancos, corporaciones…” que gobiernan idiotizando a la humanidad en un estéril narcisismo (Instagrama, Fazeboque, Tuiter, Linkedine, etc.). SAI es escritora y los personajes de sus libros “dan su vida por una idea”. Tampoco dice palabrotas, pero MARA se enamora de SAI, que resulta poco emocional, poco efusiva, y más bien es fría, distante, o indeterminada en la amistad que MARA quiere que sea amor mutuo.

El relato, narrado desde el punto de vista de MARA, llega a considerar a SAI una persona de gran lucidez, que está por encima del resto:

“durante los pocos segundos que comprendí que apenas era una hormiga pisoteada… Juro que hubo un momento en que entendí. Vi con sus ojos durante una chispa en el tiempo. Y sentí vértigo.”

Pero esa instantánea de lucidez pasa, cuando otra compañera la llama y va “a acabar con las injusticias del sistema” yendo a una manifestación en la calle.

SAI sigue su camino de cierto perfeccionamiento: no beber alcohol, no ver series de televisión para no perder el tiempo, y hasta ganarse la vida como escritora sin trabajar de empleada en Amazonia, pues afirma “no tengo vocación de engranaje” y MARA llega a sentirse culpable y condena a SAI: estás fatal…

A todo esto se añade cuando gradualmente intiman, y el conflicto entre el ideal de SAI y el mundo de MARA se desarrolla llegando a su clímax y al anticlímax dramático. Esto lo tendrá que descubrir el lector.

La segunda narración de este libro trata de una antropóloga que va estudiar a un lugar del oriente de Europa a una comunidad humana que se esforzaba por vivir como los animales y renunciaba a toda actividad inteligente y racional.

Lo curioso es que actualmente parece haber una parte numerosa de la humanidad que vive muy satisfecha en el puro instinto ('la Champions', Master Chef, 'Sin tetas no hay paraíso', 'La que se avecina', 'Sálvame limón', 'El debate de las tentaciones', redes sociales, etc.) y, si alguien contradice con razonamientos, argumentos y documentos sus gustos y disgustos, la única razón que esgrimen es la más grosera descalificación.

Cuando la investigadora del relato va a la comunidad del oriente de Europa en cuestión, encuentra a la guía FELICIA de ese mundo feliz y de perfección muy cuestionable donde los “hermanos mayores” tratan de anular la identidad, la personalidad individual, y en definitiva la expresión inteligente.

FELICIA se parece a muchos ideólogos, comunicadores y grandes magnates del mundo actual:

“lo que estáis haciendo aquí no es otra cosa que empezar de nuevo. Habéis reseteado la evolución”

FELICIA es uno de los “hermanos mayores” que vigilan para que los de la comunidad no hablen entre ellos; “hermanos mayores” que se preocupan mucho de proteger a los de la comunidad para que no sean inteligentes, para privarles de todo indicio de ello, pues la comunidad ya tiene la comida y todos los servicios (y, ¿por qué no el Salario Mínimo Universal?) puntualmente.

FELICIA con su mundo ideal quiere salvar a los miembros de esa extraña comunidad que aceptan vivir como brutos.

La conclusión de la antropóloga asombrada, que huye sin apenas poder salvar a alguien de ese estado de barbarie:

“era absurdo defender mi civilización… y ya se sabe que es absurdo intentar convencer a un gusano de las virtudes de las matemáticas”.

La tercera narración es la de LAURA y su novio HÉCTOR, el que va relatando desde su punto de vista todo lo que ocurre. Después de un retiro espiritual, ella ha aprendido a tener “sueños lúcidos”, y deja de tener relaciones sexuales con su novio porque ya lo hace en los sueños lúcidos que para ella son reales.

Es cierto que tener “sueños lúcidos” es un poder psíquico real y natural del ser humano que con conciencia y voluntad puede proyectar quimeras en la otra dimensión. Pero esto no tiene nada que ver con los “metaversos” y mundos paralelos de la pseudo-realidad virtual en que se empeñan Zuckerberg y demás para esclavizar más la mente de la humanidad y subvertir el orden de la realidad.

La narración del propio HÉCTOR cuenta sus mentiras mentales y de comportamiento en la convivencia con los padres de Laura:

"los infortunios de tener que ser buena gente a pesar de todo"

O sea, una esclavitud mental que se ponen muchas personas en la vida social. Pero el relato muestra en dos vertientes, dos correlatos, cómo Laura se ha alejado del mundo, de su novio, de su grupo de amigas, de sus padres, todo porque los sueños lúcidos le parecen lo mejor -ha escuchado algo cósmico, la Gran Música-, y este mundo social e incluso los paisajes naturales del siglo XXI le parecen groseros, sórdidos.

De nuevo, el ideal de perfección, ahora el de los sueños conscientes, choca con las personas de vida normal, y surge el delirio incrementado de una joven que se cree iluminada -semejante al de FELICIA en relato anterior-. Su delirio consiste en querer salvar y meter a la fuerza a las otras personas por su filosofía y su ideal, y, si no aceptan su filosofía, su ideal o su delirio, Laura descalifica incluso a los seres más cercanos como cucarachas.

Estos choques dramáticos consigo misma y con los demás conducen el tercer relato, bien construido, a un final contundente.

De los tres relatos, al menos la protagonista SAI del primero no trata de imponer a nadie su plan salvífico, aunque el exceso de  puritanismo y auto-responsabilidad la conduce a extremos peligrosos.



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sábado, 11 de diciembre de 2021

Feminismo trascendente. En la estela del mito

Circe ofreciendo la copa a Odiseo,
John William Waterhouse,
1891

Hace muchos años -cuenta la autora del libro, Mireia Rosich-, una mujer le explicó un mito de tal manera que le atravesó como una flecha. Era el episodio sobre el rapto de Perséfone y su descenso al inframundo. 

Ella conocía el mito por su carrera de historiadora del arte. Pero la habilidad de la narradora consistió en hacer que el mito nos hiciera de espejo y hacernos reflexionar muy a fondo sobre cuándo nosotras, sus atentas oyentes, nos habíamos sentido raptadas hacia zonas oscuras del sentimiento, del instinto, o del pensamiento.


Sacerdotisa de Baco, John Collier, 1885-9



Después de unos diez años le surgió la oportunidad de escribir unos artículos para el suplemento de cultura de un periódico catalán, El Punt Avui. Y al cabo de un tiempo, Mireia Rosich tenía una nómina de figuras mitológicas femeninas muy trabajadas que no quería abandonar, y así desde 2016 proyectó y realizó una actividad que versara sobre mitos y arte, una vez al mes, en un clima de relajación e intimidad, en el museo que ella dirigía, el museo Víctor Balaguer de Vilanova i la Geltrú (Barcelona).

Esta actividad no era turística y tampoco era puramente académica. Quizá por eso fue muy bien acogida y tuvo muchos seguidores en el museo e incluso viajando a otros museos del mundo.

De toda esta actividad que ha llegado hasta hoy ha surgido este encomiable libro porque conecta con mucha comprensión a cada figura antigua con las inquietudes de las mujeres del presente y hace ver cómo Andrómeda, Helena, Pandora, etc. responden a las zonas oscuras y luminosas de la vida íntima, psíquica, femenina actual.

El libro contiene ilustraciones de pinturas clásicas y modernas sobre las doce figuras míticas que dan título a los capítulos: Ariadna, las Ménades, Pandora, Helena, las Amazonas, las Sibilas, Circe, las Sirenas, Penélope, Dánae, Andrómeda, las Hespérides y el Jardín del Paraíso.

Esto sí que es CULTURA EUROPEA. Esto sí que es un libro para leer y regalar para hacernos más humanos. Recuerden: Mireia Rosich, En la estela del mito, editorial Kairós, 2021, Barcelona.

https://editorialkairos.com/catalogo/en-la-estela-del-mito

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